Si algo mantiene la esencia de plena naturaleza es que a pesar de que nieva y mucho, no hay una estación de esquí, pero si tiene todo ese encanto de las escapadas rurales, de los muchos pueblos preciosos de la zona con alojamientos y casas rurales a un paso del centro de España de Madrid.
Para los madrileños esta sierra está cerca, bien es verdad que en Madrid tienen Navacerrada mas cerca, por eso esta zona, muchas veces si tiene un encanto especial, es que no tiene esas masificaciones de fines de semana.
Algunos llegamos desde la provincia de Cáceres, por la autovía de Extremadura (A-5), desviándonos hacia la carretera N-502 donde a medida que vamos circulando dirección Ávila, vamos observando los contrastes de paisajes, donde dejamos los llanos de las tierras manchegas a ir adentrándonos en el sistema montañoso de la tierra castellana.
Vamos subiendo hacia el Puerto del Pico, en otras ocasiones había mas nieve, pero según subimos ya apreciamos que hay algo, donde una cabra montesa sale a nuestro paso y donde no es difícil verlas, donde salen a la carretera para chupar la sal que echan para el hielo, algo que para esa especie caprina son unas vitaminas muy buenas.
No puedo fotografiarla por ir al volante, pero detengo mi vehículo en un lugar seguro por donde ha cruzado y veo sus pisadas, la nieve aquí es abundante y todavía está sin pisar.
Y primera para obligatoria en el mirador del Puerto del Pico, donde ahí vemos esas villas que hemos dejado atrás, donde vemos la calzada romana y toda esa gente que va a disfrutar de un precioso día en familia y mas con nieve.
Y pasado el Puerto del Pico, nos desviamos hacia la carretera que va hacia Navarredonda de Gredos-Barco de Ávila (AV-941).Dicha carretera es la que nos lleva al Parador Nacional de Gredos (ya hablaremos de él también), por este lado de la montaña, hay mas nieve y como no puede ser de otra manera, hay que parar para jugar con la nieve...
En la localidad de Hoyos del Espino, nos sale la carretera de subida hacia la plataforma de Gredos, está a unos 12 kms, como referencia, este monumento a la cabra montesa que nos encontramos a la entrada del pueblo.
Y aquí empieza una carretera de montaña, donde en este caso no íbamos hasta la plataforma y si, a dar una pequeña caminata sobre el nacimiento del río Tormes.El trazado no es difiícil, pero con nieve hay que tener mucho cuidado, los paisanos de la zona están acostumbrados a circular por nieve, muchos turistas no, por eso siempre mucho cuidado al conducir sobre nieve.
Y una vez que hemos dejado el coche aparcado, seguimos la ruta a pie con algo de nieve.Un paseo por ese camino paralelo al nacimiento del río tormes, donde podemos apreciar la belleza del lugar, las aguas cristalinas y algún descubrimiento como un molino viejo en medio de la nada, así como el río helado por completo en algunos tramos y donde puedo dar fé, que casi aguanta mi peso (casi).
Y llega la hora de comer, y...¡EMPIEZA EL DILEMA!.
Había visto por la conocida página de TripAdvisor las opiniones de algún restaurante de la zona, las cuales eran muy positivas y tras varios intentos nulos de reservar mesa, fuimos al lugar elegido, ese que ocupa el número uno del ranking de dicha página, RESTAURANTE LA MIRA en la localidad de HOYOS DEL ESPINO...
Dicho restaurante, me llamó especialmente la atención porque la hora que era no había ningún coche en el aparcamiento, no obstante voy a preguntar y todo cerrado y sin nadie por allí, un triste papel en una cristalera que decía "Cerrado por descanso del personal".
Cerrado un sábado y con nieve, por descanso del personal???.
Pues si, sorprendente pero es así, desde luego una vez mas, poco o nada se relaciona eso con los comentarios respecto al establecimiento donde son tan positivos, pero bueno, mi opinión es para no variar muy diferente a las que se suelen plasmar en esos foros, que unas veces favorecen y otras machacan al establecimiento, yo sin mas, me guardo para mi mi opinión.
Buscando la opción alternativa, esa que siempre tienes que tener cuando vas a un sitio por este tipo de imprevistos recurrimos, a ella.
Nos vamos a buscar el RESTAURANTE EL RINCÓN DE GREDOS en la localidad de NAVARREDONDA DE GREDOS...
De igual forma lo mismo, allí no había ningún coche, todo estaba apagado y allí no ponía nada de nada, símplemente cerrado.
Pues ya con esa mezcla de rabia o de desconocimiento al no saber los motivos que pueden llevar a estos establecimientos a no abrir un sábado en horario de comidas, a pie de carretera en Navarredonda de Gredos también, allí encontramos un lugar al que entramos al azar, mejor dicho, porque era ahí o poco mas....
Y si, entramos, el restaurante tenía buena pinta: HOTEL RESTAURANTE GARABATOS (Ctra AV-941/KM-12 Navarredonda de Gredos).
Una vez dentro de la cafetería bastante acogedora la verdad, una chimenea, todo muy limpio, no había nadie, pero tomamos algo y le dije al camarero que si podíamos comer...
Mientras apurábamos lo que habíamos pedido, el camarero nos acompañó al comedor, donde estaba casi vacío...
Un comedor bastante confortable, con mas o menos buena iluminación, carente de algún detalle y ya en mesa, nos traen la carta.Una carta que según nos la trajeron por su mal aspecto, poco mas que un portafolios de esos de plástico arrugado, todo me daba por pensar que era mas de lo mismo, es decir..."batalla".
Una vez echando un vistazo a la carta, es verdad que la cosa cambió, una carta sencilla con algunas pinceladas de cocina moderna, nada de otro mundo pero lo suficiente y lo correcto lejos de inventos gastronómicos en un entorno como en el que estábamos, el corazón de la Sierra de Gredos.
(Ah, la carta en sus precios, no incluía el IVA).
Una vez vista la carta, nos toma nota un camarero algo serio, tal vez el carácter de por allí que la gente es mas seria, algo que no es importante la verdad.Y antes de que nos tome nota, le digo que si hay alguna sugerencia o si nos recomienda algo y nos ofrece paletilla de cabrito al horno y la carne que es de la zona y que es muy buena, procede a tomarnos nota:
ENTRADAS.
-Surtido de croquetas caseras (variadas).
-Ensalada verde con queso de cabra caramelizado y crujiente de jamón.
-Patatas revolconas.
-Parrillada de verduras.
PLATO PRINCIPAL.
-Paletilla de cabrito al horno.
-Solomillo de ternera.
-Entrecot de ternera.
-Chuletón de Gredos.
POSTRES.
-Tarta de queso con confitura de fresas.
Mientras, nos traen la bebida y una tapita de patatas revolconas para picar, algo que yo hubiera puesto otra cosa porque ya las habíamos pedido como entrante, pero bueno...
He de decir, que el servicio fue muy rápido y empezaron a salir los platos en un orden perfecto, donde las croquetas estaban exquisitas, croquetas caseras en este caso de Jamón, de puerro y bacalao y de boletus, repito...¡tremendas!.
Las patatas revolconas, cantidad bastante generosa, bien presentadas y muy buenas de sabor bien presentadas con sus torreznos, uno de los platos típicos de la zona y bien ricas, exquisitas, además servidas con un huevo frito.
La ensalada verde con el queso caramelizado de cabra y el crujiente de jamón, mas que abundante también.
Una parrillada de verduras que siempre me gusta acompañar las comidas cuando es posible, una buena parrillada de verduras con la textura he de decir también que muy perfecta.
Y así, van llegando los platos principales, la paletilla de cabrito.Muy tierna y bien de sabor, como pequeña observación, le hubieran ido mejor unas patatas panaderas que fritas, al tratarse de un asado...
El solomillo, aunque en la foto no se aprecia y le falte el trozo de rigor (mi hija es muy carnívora) estaba muy tierno y era un trozo bastante grande.
El entrecot muy bueno también, textura ideal de la carne, punto perfecto.
Y el chuletón, el famoso chuletón de Ávila no podía faltar y no podía fallar.Y claro que no falló, hacía mucho tiempo también que no comía una carne tan buena, muy bueno.
Creo que el chuletón rondaría cerca del kilo, no me lo pude acabar, muy bueno.Todos acompañados de patatas fritas de las de verdad, carne muy buena.
Y es de esas veces, que no hay ni un hueco para el postre, y porque como siempre gusta pedir algo, nos trajo una tarta de queso, evidentemente casera y de sabor muy bueno.
El comedor poco a poco se fue animando, le pregunté al camarero que porqué no había casi gente y me dice que es final de mes, que le madrileño se queda en Madrid en las montañas suyas y los que vienen de Cáceres en busca de la nieve se quedan en Béjar que lo tienen mas a mano...
Y puede que ese sea uno de los principales motivos por los que los restaurantes anteriores directamente no den ni de comer un sábado, es triste pero es así.
El sitio la verdad es precioso, al lado del comedor, una salita que invita al relax, unas preciosas instalaciones...
Es hora de pedir la cuenta, con la satisfacción de haber comido muy bien, de un sitio que entras de rebote y aciertas y sin duda, al que hay que volver, porque sin grandes pamplinas lo importante de un restaurante es que se coma bien, y aquí no solo se come bien, si no, muy bien, por eso lo que todo apuntaba a ser uno mas entre tantos, entre el menú de batalla y el menú para el turista, me sorprendió porque pensé que no íbamos a comer así de bien.
Y nos despedimos de los camareros, a los que prometí muy de verdad que volveré y es que si algo me gusta de los sitios es eso, que si vas a comer puedas comer bien, olvidando lo caro de lo barato, el comer bien, el servicio de esos señores que están trabajando para darte lo mejor, para que salgas contento pues tiene eso, el reconocimiento de los comensales y este para mi lo tiene.
LO DICHO, VOLVERÉ...
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