EMPANADILLAS MINI CALABAZAS DE HALLOWEEN.

LLega el ya instalado Halloween, una celebración que a unos gusta mas que a otros, pero a los que tenemos hijos pequeños les encanta y como tal pues a celebrar Halloween.

Recetas hay algunas para estos días, los miles de blogs que hay por ahí no es difícil ver recetas para estos días, por eso yo he preparado unas empanadillas muy sencillas y muy fáciles de hacer, con mi peque de ayudante nos ponemos manos a la obra.

Necesitamos unas obleas de estas:

Para hacer las calabazas con las obleas, hacemos lo siguiente...

Ponemos una oblea como base, le ponemos el relleno y otra oblea que le hacemos unos pequeños cortes simulando una calabaza y la ponemos encima.

El relleno, el clásico de atún, tomate y huevo y aunque yo le suelo poner hierbabuena y suelo hacer unas picantes y otras no, en este caso no le pongo ni hierbabuena ni picante.

Y una vez que las rellenamos, ponemos papel de hornear en la bandeja del horno y las vamos colocando.Una vez colocadas, pintamos con huevo batido.

Y con el horno precalentado a 180° (arriba y abajo), metemos las empanadillas en el horno...¿Cuanto tiempo?.

Pues en 8-10 minutos están, pero eso es ya según vayamos viendo.

Y cuando ya están, sacamos.

Y ya una vez que las tenemos, con ese "truco o trato" esperamos en casa a que vengan los peques con sus calabazas a pedir chuches y de paso, un bocado rico rico.

FELIZ HALLOWEEN!!.

TRENZA DE HOJALDRE DE PATATERA EXTREMEÑA.

Empezaré explicando lo que es la patatera para el que no la conozca, ya que es posible que si no eres de Extremadura y especialmente de la provincia de Cáceres no se conozca este embutido.

Pues bien, yo siempre entendía que la morcilla es la típica morcilla en sus distintos formatos pero ese embutido negro de arroz con sangre, con cebolla, fresca, curada...Pero no, dicho embutido al que aquí en estas tierras se llama morcilla patatera y no lleva sangre, se compone con estos ingredientes y estas cantidades, grasa de cerdo (50%), patata (40%), magro de cerdo (10%) donde se le añade un poco de ajo, sal y azúcar y por supuesto, pimentón de la vera.
Se puede consumir casi fresco untado en pan como si fuera sobrasada, se puede comer cuando está curado como si fuera chorizo, se pueden preparar algunas cosas y aquí en Cáceres es muy típica las tostas de la patatera con cebolla caramelizada o miel, gratinada con torta del casar, en fin...cada cual puede darle dichas utilidades, es cierto que no se puede emplear para muchas recetas porque es grasa pura, pero las hay picantes y no picantes y oye, de vez en cuando un pinchino o una tapina de patatera con un buen pan de pueblo, es algo muy rico y mas en el campo.
Hoy voy mas allá, después de buscar y rebuscar por internet (creo que a todos nos gusta investigar recetas) para ver alguna forma de emplear patatera, no encuentro mucho al respecto, algo que hace que todavía el encanto de este embutido casi secreto nos permita seguir disfrutando de él y de forma no muy comercial, sin embargo otros embutidos como el famoso farinato de Salamanca, da mas juego para muchas recetas tanto dulces como saladas, la patatera sin embargo no permite tantas opciones, por eso voy a preparar esta trenza de hojaldre con patatera, que he visto un par de recetas parecidas, pero que se hacen con harina de fuerza, por lo que entiendo que la masa queda mas pesada y mas parecida a la masa del hornazo, yo he preferido el hojaldre, creo que queda mas fino de sabor y con unos cuantos INGREDIENTES mas, empezamos a preparar esta trenza extremeña de patatera (picante).

-1 trozo de patatera (no hace falta mucho).

-1 plancha o rollo de hojaldre.
-Panceta adobada en lonchas.
-Manzanas.
-Cebolleta.
-Confitura de tomate o similar.

Y una vez mas, recientes sencillos los que vamos a emplear para hacer esta trenza, la cual puede parecer difícil, pero si se tiene una pizca de precisión, la podemos hacer en menos de media hora.
Y lo primero que vamos hacer, es añadir una cucharada de mantequilla a la sartén (fuego bajo).

Mientras se derrite a fuego lento la mantequilla, aprovechamos para cortar nuestras manzanas que he utilizado una ácida y otra dulce, para el contraste de sabores.Una vez que hemos cortado finas láminas las rehogamos en mantequilla que le va muy bien a la manzana y cuando ha cambiado de color y de textura, apartamos y reservamos.

Una vez que hemos retirado la manzana, en la misma sartén, añadimos la cebolleta muy picada y cuando haya pochado bien, la panceta en trozos muy finos y de igual forma, cuando esté bien pochado todo, apartamos y reservamos, necesitamos que se enfríe antes de empezar a preparar la trenza para que al entrar en contacto con el hojaldre, no esté muy caliente.

Y ya desenrollamos el hojaldre y le pasamos el rodillo, no para estirarlo mucho, pero si para darle un poco de forma y quitar esa doblez...

Una vez que tenemos el hojaldre como queremos, lo dividimos digamos que en tres partes, en la central es en la que vamos a ir poniendo los ingredientes, y las laterales las que utilizaremos para hacer dicho trenzado...Y como veis en la foto, marqué un poco el hojaldre para hacer esas medidas aproximadas.Aquí explico cada paso del relleno, antes de hacer el trenzado del hojaldre.

1º: Ponemos como base las manzanas salteadas en mantequilla, que ni que decir tiene que esta combinación al hojaldre le va muy bien.
2º: Ponemos encima de la manzana la cebolleta y la panceta.
3º: Ponemos unos trozos no muy grandes de patatera, al ser tan grasientos se van a derretir y extender.
4º: Ponemos la mermelada de tomate o confitura.
5º: Ponemos unas nueces encima de los trozos de patatera, también le va muy bien al hojaldre.

Cuando ya tenemos todos los ingredientes bien colocados en el centro del hojaldre, vamos a empezar con el que será el trenzado y como muestro en las fotos, seguimos estos pasos...
-Hacemos unos cortes, laterales.
-Quitamos esas esquinas para un mejor cierre de la trenza.
-Vamos cruzando de un lado a otro, los laterales.
-Y así queda cerrada la trenza.

 Y cuando ya la tenemos, el horno está precalentando a 180º por arriba y abajo.Batimos un huevo y en este caso le añado unas semillas, que le van también muy bien al hojaldre y estéticamente mejor, y pintamos con el huevo batido y las semillas.

Y sin mas, con el papel que suele traer el hojaldre, lo ponemos en la bandeja del horno y en unos 25 o 30 minutos a 180º lo tenemos, eso si, depende como siempre del horno...Pero aquí en la foto muestro la hora en que lo meto en el horno y la hora en la que lo saco.

 Y ya tenemos nuestra trenza, en la que debemos (si somos capaces) dejar reposar unos minutos, antes de servir.
Como se ve, el trenzado ha quedado muy bien, el dorado con el crujiente del hojaldre es el deseado y esas semillas quedan como digo, muy muy bien.

Y de esta forma tan sencilla, con tan pocos ingredientes, así nos queda nuestra trenza de hojaldre y patatera, con ese toque de las manzanas y la mantequilla, con el toque de la cebolleta y la panceta y ese aporte de sabor a tomate pero dulce, que como digo, a la patatera le va muy bien y no por ello siempre hay que ponerle miel o la cebolla caramelizada...

ESPERO QUE OS GUSTE, SALUDOS.

RESTAURANTE REGINO.

Restaurante Regino, Ctra N-110/KM-390 (Plasencia-Soria).

Nos situamos en Plasencia (Cáceres).Esa ciudad impresionante, ese lugar donde se juntan tantos lugares a la vez, donde son 5 las comarcas que parten o mueren en Plasencia, esa Ruta de la Plata que nos transporta a tiempos pasados o sin mas a cruzar Extremadura con las vecinas tierras castellanas por sus carreteras nacionales que hacen esa especie de orquilla a esta ciudad, una ciudad bañada por ese río que baja desde el valle, el Jerte.Siendo Plasencia su puerta hacia este Valle, y lleno de lugares y rincones impresionantes.
Y saliendo de Plasencia hacia el Valle del Jerte (Dirección Ávila N-110), en el KM-390 nos encontramos con este lugar, EL REGINO.
Allí los kms van "pa'rriba", le dicen el KM-15 porque antíguamente la carretera los kms iban a la inversa, desde Plasencia hacia Soria, ahora ya no...
Si, ya sabemos que en el Valle del Jerte hay cientos de sitios para comer, muchos similares a este y otros, bueno...Pero sin duda, aquí es una buena opción para comer bien antes de empezar a recorrer el Jerte o una vez terminada la visita, debido a su ubicación tanto los que suben o bajan del Valle es el primero o el último.
Y subiendo de Plasencia hacia el Valle del Jerte, es el primero y cuando llegas al aparcamiento ves que está lleno de coches, eso es por algo...

Y llegamos al restaurante, donde para el que no lo conozca es un lugar la verdad que bastante bonito con su piedra y madera, donde lo rústico y lo bien cuidado han hecho de este lugar un sitio lleno de encanto y que han sabido adaptarse a los tiempos y han sobrevivido a los años.

A la entrada, un porche donde la sombra en verano es muy apetecible y en el otoño veraniego que estamos teniendo en Extremadura, también.

Al llegar, se accede por la puerta del bar, donde en el interior apreciamos esos bancos de madera y esa chimenea para los largos inviernos donde hacen tan acogedora a esta taberna centenaria.

Sin mas, pasamos directos al comedor.Bueno a uno de ellos, porque aunque son grandes los salones, tienen dos.Porque en épocas de comuniones o días festivos, o esos días del famoso cerezo en flor se llena el restaurante y así pueden dar cabida a muchos comensales, no por ello han bajado la calidad como he podido comprobar muchas veces.

 Ya en mesa, carta en mano...Unos camareros bastante simpáticos, el encargado y dueño antendiendo las mesas sin dejar de sacar platos y de trabajar, algo que para mi dice mucho, cuando el dueño es el primero que está ahí al pie del cañón es buena señal también, mientras no deja de decirle cosas cariñosas a los peques...
Veamos la carta.

Una carta amplia, sencilla, completa, sin grandes lujos, muy bien de precio por el tamaño de las raciones y la cantidad de los platos, donde sin esos alardes de esos otros restaurantes algo te dice que aquí se viene a comer...¡y vaya que si!.
Porque antes de empezar a comer, una media barra de pan recién horneado te da la bienvenida, lejos de esos bollos de pan envueltos en papel de plástico o esas pulguitas que necesitas media docena por plato, señal que te dice que si el trozo de pan es así...¿qué nos esperará?.
Pues por lo pronto, nos traen unas aceitunas y unas tarrinas de estas tan famosas por tierras extremeñas que van muy bien para untar en pan o en tostadas, pero el detalle es muy bueno.

Y empezamos a pedir para los peques unos macarrones y pechugas de pollo, para los mayores unas entradas y siguiendo las instrucciones de la camarera, no pedimos mas:

-Revuelto de ajetes (2).
Un revuelto bastante abundante, recién hecho, bien presentado, pero no destacaba por nada mas, porque como es de entender (no es temporada) los ajetes eran de bote y bueno, presentable, pero claro los precios que tienen, tampoco puedes exigir o esperar unos ajos tiernos recién traidos de la huerta valenciana.

-Entremeses ibéricos de la zona).
Jamón bastante bueno la verdad, el queso los que le comieron decían que también muy bueno, el chorizo y el salchichón yo lo presentaría sin la piel y bueno, el chorizo y el salchichón muy normales, pero volvemos a lo mismo...¿10 €uros esta ración de ibéricos?.Mas que presentable y un precio mas que razonable.

-Migas.
Las migas no hacían honor a la tierra extremeña para los que conocemos las migas de verdad, para el turista extranjero o de fuera le pueden gustar, pero en verdad eran unos trozos de pan fritos, con mucho pimentón, algo grasientos y carentes de sabor...Las migas, muy mejorables.

Y ya finalizadas las entradas, de forma muy ordenada y sincronizada (el servicio muy muy bueno), fueron llegando los platos.

-Solomillo de Ternera:
Una pieza de solomillo de ternera me atrevería a decir que casi exagerada (aunque en la foto no se aprecia), donde con unas patatas fritas de las de verdad y unos pimientos de padrón y esa especie de salsa y cebolla caramelizada tenía muy buena pinta y sabía mejor, aunque no fue lo que pedí, lo probé para poder opinar...¡tremendo!

-Chuletón de ternera:
El Regino siempre se ha caracterizado por tener muy buena carne, hacía mucho que no venía y la verdad que siempre es un acierto pedir el clásico chuletón, porque aparte de ser una pieza bastante grande, estaba muy bueno.

-Bacalao a la plancha especialidad Regino (Salazón).
Y aquí mi plato, casi siempre me gusta pedir pescado, pero no en todos los sitios se puede pedir.Pero en tierras extremeñas el bacalao es un clásico y mas este en salazón o desalado, que he de decir que estaba en su punto perfecto de desalado, un buen trozo de lomo de bacalao, donde una presentación muy buena que ya de por si el trozo es grande, hacen de este plato que sea muy abundante, he de decir que estaba exquisito.Sin mas, era un bacalao frito muy ligeramente y acabado en el horno con la guarnición correspondiente, repito...¡exquisito!.

Acabados los platos, nos traen la carta de postres, no obstante, no tomamos postre porque el postre tocaba en otro sitio de la ruta, pero una carta de postres caseros muy interesantes también...

Y al acabar de comer, fuera del comedor en las instalaciones del restaurante disponen de columpios para los niños y de este castillo hinchable, que para los que vamos con niños nos viene perfecto.
Ah se me olvidaba, al acabar de comer, le regalan a cada niño una bolsa con "chuches", un detalle que me encantó porque eso dice mucho de un lugar, detalles simples que hacen grande a un sitio.

Y para tomar el café como la tarde invitaba a ello, nos salimos a la terraza exterior donde los niños juegan y los mayores podemos estar sentados tomando el café y charlando tranquilamente...

Y una vez pedida la cuenta, poco hay que añadir...Precios mas que razonables, donde comimos aparte de muy bien (a pesar de esas pequeñas observaciones) muy agusto.Un lugar donde se viene a comer sin mas contemplaciones y a comer bien y encima, donde puedes estar tan tranquilo con los peques.

El REGINO para mi me trae muchos recuerdos, porque allí mis abuelos siempre que nos juntábamos todos los primos y tíos hacíamos una comida en verano, allí se hacían casi todos los eventos y siempre nos ha gustado mucho.
Yo llevaba tiempo sin ir la verdad, he estado en otros tantos lugares del Valle del Jerte donde te dan de comer y de los que podría hablar mucho, pero bueno...ya les tocará y no para bien muchos de ellos.
Aquí si, aquí se come bien y sigue siendo ese referente del buen comer, y donde sigue guardando esa esencia de la sencillez y de las cosas bien hechas, la constancia.
Una vez que nos despedimos de los camareros, prometí que volveré y espero no tardar tanto en volver, porque cada vez quedan menos sitios que se coma así de bien a precios mas que razonables.

VOLVERÉ AL REGINO...