Para mi Salamanca como siempre he dicho, es un referente Nacional de la gastronomía de este país y desde que conocí Salamanca en 1988 en aquel colegio interno cuando tan solo tenía 11 años ya me di cuenta de lo que era Salamanca y me voy a remontar a aquel año.
La primera vez que probé el hornazo fue en aquel colegio interno, donde un compañero mío de habitación que era de Guijuelo, no le faltaba en su armario/taquilla de la habitación y cuando lo probé estaba espectacular, tremendo...Recuerdo que lo hacía su madre con los productos de la matanza!!!.
Con los años por circunstancias de la vida, volví a Salamanca, a pasear sin horarios de colegio interno por las orillas del Tormes, por su plaza, a sentarme a contemplar el atardecer en cualquier cafetería, y a poder comprar esos manjares que solo tiene Salamanca y que un día los veía desde un escaparate y ahora cada vez que voy me puedo detener sin prisas a comprar y degustar tantas y tantas exquisiteces que se cuecen allí, desde aquellas bambas de nata, a sus raquetas de crema, a las tejas de almendras a las tartaletas esas de Santa Teresa y siempre, su hornazo, ese producto que tanta historia tiene y que desde el año 2004 se le reconoce esa marca de garantía como HORNAZO DE SALAMANCA donde las industrias, pastelerías, reposterías y lugares donde se preparan de esa forma tradicional se unieron para protegerlo, para hacer que se consumiera los 365 días del año y no solo el famoso Lunes de Aguas, distinguirlo y darlo a conocer por toda España, así evitando falsas imitaciones como en muchos sitios, que a cualquier cosa le llaman hornazo y no, el hornazo es de Salamanca sin mas...
Su origen se relaciona con el famoso Lunes de Aguas, allá por 1543, pero a mi parecer viene mucho antes.Donde en los pueblos, donde apenas había recursos, con ingredientes sencillos se preparaba este hornazo para los pastores, que se lo llevaban al campo donde pasaban varios días y era la forma en la que se podía conservar y debido a sus calorías, tener fuerzas para las duras tareas del campo...Pero historias hay muchas, leyendas, mitos o realidad, vamos a preparar este hornazo, ese color dorado que me transportan a esas calles de Salamanca donde sus edificios, monumentos, su piedra de Villamayor y tantas historias, hacen para mi, que este sea como digo una receta única y exclusiva de Salamanca y su provincia, donde se hacen de diferentes formas si, con la masa dulce como ese que preparan en Alba de Tormes, otros los hacen cuadrados, redondos, en tahonas y panaderías de pueblos donde tu le llevas tantos kilos de carne de matanza y ellos te hacen tantos kilos de hornazo...¡impresionante!.
Y como dirían allí en Salamanca...¡¡¡Vamos majoooo, no te enrolles taaaaanto!!!!.
INGREDIENTES:
El siguiente paso, añadir la levadura fresca prensada y ponemos (4 segundos/velocidad 4).
Añadimos la harina, el huevo, la sal, el pimentón, un pizca de colorante pero muy poco porque el pimentón ya le da color, el azúcar y ponemos...(10 segundos/velocidad 6/5 minutos modo espiga).
Pasado este tiempo, vamos a "desgasificar", que no es otra cosa que amasar y así quitamos el aire de la fermentación y dividimos en dos partes, teniendo en cuenta, que la parte de abajo tiene que ser un poco mas gruesa porque va ser la base de este contundente hornazo.
Y ya tenemos el relleno, ahora con la otra parte de la masa que le hemos dado forma también, vamos a tapar y sellar.
Y antes de meter en el horno, el cual ya lo tenemos precalentado a 200º, le damos unos brochazos con huevo batido para que coja ese color dorado y también pinchamos con un tenedor para que salga el vapor interior y evitar que se nos abra por alguno de los lados.
Y pa'l horno que va...Lo dejaremos durante 40 minutos aproximadamente, a 200º con calor arriba y abajo y transcurrido ese tiempo aproximado estará.
Y antes de los 40 minutos, aquí ya va en gustos...Pero conviene echar un vistazo para que no se nos queme, teniendo en cuenta que una vez sacado del horno como mantiene mucho el color, la masa se seguirá cociendo...
Y como ya está, lo sacamos...
Y lo siento, yo no me puedo resistir a este olor tan rico, a ese sabor de la masa bien hecha y a la carne que lleva dentro que con el calor ha sudado y como se puede ver, ha quedado...EXQUISITO (por no decir otra cosa).
Teniendo en cuenta, que estamos hablando que se ha hecho en un horno de casa, el sabor está muy logrado e incluso se parece bastante a los de verdad, a los de Salamanca.
Y así nos ha quedado este hornazo, que como veis, es muy fácil de hacer...
ESPERO QUE OS GUSTE, SALUDOS.