jueves, 29 de octubre de 2015

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD Y BURGER KING.

La otra noche acudí a una cadena estadounidense donde principalmente sirven hamburguesas, conocida por todos como "THE HOME OF THE WOPPER", es decir a un Burger King.
La noticia,  esa noticia que el lunes nos llegaba a todos de la Organización Mundial de la Salud ha informado masivamente de los riesgos, posibles riesgos que puede conllevar carnes rojas, así como carnes que llaman procesadas.
Pues bien, desconozco si son "veganos" los letrados que han llegado a esta conclusión y que han soltado así como si de un escape nuclear se tratara, sin prudencia ante lo que puede ser la ruina para muchos sectores, desde el ganadero hasta el puesto de comida basura que hay en cada barrio.
No me dedico al periodismo, claro que no, pero estas cosas que salgan a la luz están bien, pero si todavía le damos mas luz pueden producir oscuridad, si a la información le damos mas información, al final se convierte en desinformación, y todos sabemos lo que es bueno y lo que es malo, lo que engorda y no engorda, lo que es beneficioso de lo que es perjudicial, pero...¿Por comerse una hamburguesa de vez en cuando ya estás condenado a contraer esas partículas cancerígenas como si de una alta dosis de radiación se tratara al estar expuesto a un reactor nuclear?.
Pues no, sigo pensando que no...Pero como todo en la vida, no es lo mismo tomarse un vino al día que tomarse una botella, y así, pues como con todo, moderación.

Sin tener nada en contra de estas masivas cadenas, franquicias de la industria alimentaria, es decir, que ni me van ni me vienen, porque yo soy mas de tortilla de patatas que de doble wopper, prefiero el bocata de lomo con pimientos que el big king xxl, pero mis curiosidades gastronómicas me pueden y como soy de los que pienso, que prefiero morir de comer a morirme de hambre, entramos en materia, para analizar una cena en burger king, el cual va a tener que currar de lo lindo para limpiar su imagen, así como Mcdonalds y otros de este tipo, porque esa O.M.S se han encargado de hacer de estas cadenas de restaurantes unos focos de infección cancerígena.
Mientras espero mi turno, la gente con móvil en mano viendo las ofertas de la aplicación con el que enseñas un código y te hacen descuento, donde el  Cristopher le dice a la Yaneli que se pida esto, mientras el Yonni le dice a la Trini que se pida el "güopel grande", mientras el Manué le pregunta a la Claudia que si lleva mayonesa el pollo o no... Siempre interesante estas conversaciones, yo miro el panel frontal superior con los menús, debajo se puede ver la pesadilla en la cocina de gente como marcianitos, con auriculares hablando con no se quien, freidoras programadas que no paran de freir patatas, aros de cebolla y nuggets de pollo.El desorden me puede, el caos también, pero a veces a pesar de las inquietudes gastronómicas de uno, es curioso acudir a estos sitios, para ver la incultura gastronómica que existe y predomina a pesar de tanto concurso televisivo, donde estas factorías "alimentarias", hacen un menú con nombres suculentos y que te da igual pedirlo en el Burger King de Cáceres que en el de Hamburgo.


LLega el momento del cara a cara, duro momento donde por mucho rato que me quedo mirando, sigo sin saber que pedir porque me parece todo igual, esos chavales empleados, armados de paciencia se enfrentan con torpes a diario como yo o con los profesionales de las tecnologías que combinan menús con ponme esto y me llevo lo otro.



Una vez hecho el pedido, veo las hamburguesas y pienso...Pues yo esta la prepararía así, con un pal de mollete de Antequera, con carne de buey, que envolvería en panceta loncheada muy fina de Piornal para que coja ese sabor ahumado, le pondría una salsa de tomate casero con toque de pimentón de Cuacos de Yuste dando ese toque ahumado a barbacoa, donde la cebolla la pondría caramelizada, el tomate los pondría de los Kumato y la lechuga pondría hojas de cogollos...Hamburguesas infinitas y la verdad, siempre te surgen ideas, de la cual próximamente prepararé una hamburguesa muy especial.


Una vez que tenía mi pedido, me empecé a relajar, me sentía mas joven al beber esa coca cola que podías rellenar tantas veces como quisieras con esa pajita, donde para encontrar servilletas tenías que recorrerte todo el comedor, donde era muy reconfortante ver que no eras el único gordo ante esas mesas llenas de las diferentes variedades que ofrece la casa.





Las salsas en hamburguesas siempre van bien, sobre todo, porque ligan muy bien con el producto recauchutado, sabores ya hechos y fusionados de por si por la industrialización de estas conocidas hamburguesas, salsas muy logradas, donde su acidez es la adecuada, su punto el exacto, y que hacen si caba mas el encanto de comer hamburguesas con las manos, como por supuesto hay que comerlas como dice el protocolo.


Pero mi inquietud me puede, esa sensación de saber e intentar apreciar la textura de la carne, donde hecho de menos esas hamburguesas caseras que muchos restaurantes ofertan en sus cartas, en esas barras gourmet donde las hamburguesas cada vez están mas presentes, pero no consiguiendo apreciar la textura y si una carne, seca y muy hecha por el proceso del procesado, del congelado de la congelación, para el transporte, almacenaje, descongelación, preparación y elaboración para ser ofrecida en ese menú BIG KING, donde pude dar fé que la carne a la parrilla que dicen hacer las hamburguesas de Burger King pudiera ser verdad, porque el olor en las manos a esa carne me llevó a sentirme Georgie Damn, en su éxito veraniego que todos conocen..."la barbacoa".
Ah y esos grumos o esas pompas que le sale a la carne, desconozco que será, pero algo me dice que de carne de buey gallego no son estas hamburguesas, ni siquiera de ternera Angus, la mas utilizada para este tipo de hamburguesas.



Interesantes lugares, a veces es bueno acudir a sitios de estos, donde a pesar del "rumor" de que puede provocar cáncer apretarte un wopper o un big king, cosa que como digo NO estoy de acuerdo, y si es divertido, porque sientes a esos padres despreocupados de que no tienen que recoger la cocina esta noche, que si así los niños se cansan jugando y se van cenados y se duermen nada mas llegar, que si esos gitanos autóctonos tan simpáticos puestos al día con el menú del burger, en fin...
Yo por si acaso, no podía acabar mi velada disfrutando como siempre se hace cuando te sientes a la mesa, unas veces se acierta y otras no, no pude por menos endulzar mi presencia y disfrutar del panorama en un burger king.




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