Tras el intenso paseo por la impresionante villa de Alba de Tormes (Salamanca), visitar el Castillo de los Duques de Alba, la Basílica, su Museo Carmelitano, sus Iglesias, y el Convento de la Anunciación donde en una vitrina del siglo XVIII se guardan el corazón y brazo izquierdo de Santa Teresa de Jesús, para finalizar la visita cerca de donde dejé el coche, el Torreón, que es lo que queda de lo que fue aquella muralla que daba protección a la villa.
Soy de los que pienso, que cuando vas a un lugar siempre es bueno dejarte llevar por las recomendaciones de los paisanos o vecinos del lugar, a veces por tu instinto.Para mi, lejos quedan esas páginas de internet donde cada uno vierte de forma gratuita su opinión, comentarios de todo tipo, de si es bueno o malo un sitio y como yo todavía voy un poco con el pie cambiado con las nuevas tecnologías, prefiero conocer los sitios de primera mano, pateando esos lugares que es como se conocen los sitios, huyendo de esos que tanto nombre o renombre tienen y luego una tras otra vez te das cuenta, que mucho nombre pero vuelves a tropezar.En esta preciosa localidad, donde la cultura y la historia hacen que llegues hasta aquí, aparte de contemplar su belleza arquitectónica y tantas y tantas cosas y maravillas que guardan pueblos así, entre esas maravillas, se ubica este lugar...FIGÓN LA PERDIZ.
¿ACASO NO ES PARA DETENERSE A ESCRIBIR DE ESTE LUGAR?.
Han pasado 130 años desde que La Perdiz está funcionando.Yo la primera vez que conocí este lugar, allá por 2001 me quedé muy sorprendido.Un sitio pequeño, con una barra muy pequeña, un comedor pequeño pero muy acogedor, con una cocina con la puerta abierta como si fuera la casa de mi abuela y un pequeño comedor, con una decoración muy muy acorde con el lugar, eso me decía que este lugar si a podido sobrevivir al mayor voraz depredador que es el tiempo...¡¡130 años!!!, es por algo y ese algo es su buen hacer, así de claro, buen hacer que no es otra cosa que el trato tan familiar y humano a esos clientes que se acercan al figón de La Perdiz, clientes de toda la vida por lo que veo, una cocina muy muy buena y mas casera que la de cualquier casa y a todo eso, si le añades el cariño con el que esta honrada familia te abre las puertas, no se puede pedir mas, no hay lugares así, yo no los conozco.
Esta familia, en sus fogones, trata con el total respeto que merece las cosas que preparan, una materia prima de primera calidad, y que siguiendo esa tradición de una gastronomía centenaria y manteniendo esa esencia, donde lejos queda lo sofisticado y artificial, donde lejos queda que te engañen con las cosas de comer, donde en esta casa si vas a comer sales mas que comido, donde he llegado a la conclusión cada vez que vengo a este lugar, que antes o después a pesar de las modas de la cocina sofisticada y de renombres raros, rebuscados e inventados, la cocina tradicional no ha pasado de moda y volverá a instalarse de nuevo en esos lugares que ha pasado de largo y con el tiempo, si quieren sobrevivir, no les quedará otra que aparte de adaptarse a los tiempos, hacer lo que para los españoles en gastronomía es la columna vertebral, es decir...las recetas, platos, tapas de toda la vida, eso si, el mejor de los ingredientes es el mas caro y no en todos sitios disponen de él, aquí si, el cariño a lo que hacen.
Este es uno de esos sitios, que solo puedes llegar como dije por tu instinto o por esa recomendación donde solo te pueden llevar a comer los que saben de esto.Aquí no hay secretos guardados, bueno si...sus paredes guardarán después de tantos años muchos, un lugar donde su cocina tiene las puertas abiertas, no tiene mas que decir, habla por si solo.¿Conoceis algún sitio donde la cocina esté con la puerta abierta?.YO NO, ASÍ DE CLARO.
Cuando llegas a este lugar, sabes que todo es distinto, que la ilusión de sus dueños al ver esa clientela no te espanta como en otros sitios que parece que te están perdonando la vida, donde incluso aunque no sean horas, te pueden preparar algo para comer, esos detalles a mi me encantan y no puedo disimular que sienta por este sitio, un especial interés, un sitio al que si vas vuelves, al que si vuelves irás con gente y así, es la cadena que hace que durante tantas décadas esto funcione.Porque un lugar con 130 años de historia, donde la misma generación de familia han seguido con el negocio, es porque funciona, pero si funciona es porque es bueno y con la competencia que hay (como en todo) solo sobreviven los que son buenos, mejor dicho, los que son muy buenos, como EL FIGÓN DE LA PERDIZ.Un lugar donde en tantos años han visto de todo, han sobrevivido a aquellos duros años de la guerra, a la postguerra, al hambre, al frío y donde incluso siempre ha habido un trozo de pan para el hambriento, las cosas como son.
Al día de hoy, no se me puede escapar un lugar así, sin reconocer la labor de Daniel e Isabel, donde aquí en este lugar se prepara esa comida tradicional y mas aquí que siguen las costumbres de hace 130 años, eso si, siempre acorde con los tiempos.
Aquí no es difícil llegar, lo difícil es aparcar, pero lo bueno de este sitio que se situa en esa llamada puerta del río, es que se puede llegar bien andando, donde después de la visita que merece la pena a la villa, el mejor lugar para reponer fuerzas es este, y mas con esas vistas tan relajantes a ese río, el Tormes.
Y como toca reponer fuerzas, una barra con pinchos muy variados, todos ellos espectaculares, veo:
Mejillones en salsa, callos, pastel de atún, morro frito que en Salamanca se le llama jeta, tortilla, una infinidad de cosas que después de la caminata, daré buena cuenta de ellos.
La especialidad de la casa es la chanfaina (plato típico de la zona, eso si, para el que le guste) y también los peces fritos, si si, peces fritos del río tormes, un clásico de aquí y que en temporada los tienen, unos peces fritos de lo mas exquisito.
También una tortilla, que yo que soy de los que no pido tortilla en ningún sitio, allí si, es una tortilla que poco o nada tiene que ver con ninguna de las tortillas, y os aseguro que está de muerte.
Pues me pongo a comer y a degustar estos ricos manjares, aunque disponen del comedor muy muy acogedor, tomamos unas ricas y variadas tapas caseras.
-BACALAO CONFITADO.
-CHAMPIÑONES RELLENOS DE JAMÓN.
-SURTIDO DE CROQUETAS CON MELÓN Y OTRAS CON FARINATO.
(Para mi, un sitio donde las croquetas estén buenas tiene que estar todo bueno, porque en pocos sitios a las croquetas le dan el toque adecuado, aquí si, y como creo que no es fácil hacer croquetas y servirlas en su punto, repito, para mi un sitio que sirve las croquetas perfectas lo demás tiene que estar todo exquisito).
-RICO JAMÓN IBÉRICO DE BELLOTA (muy muy muy bueno).
-LA EXQUISITA TORTILLA.
-Y LOS PECES FRITOS DEL TORMES, ÚNICOS DONDE LOS HAYA.
En el comedor, te sirven un menú casero.Un guiso, una ensalada, un bacalao de muerte, una caldereta, un solomillo de ternera morucha de Salamanca y entre otras muchas cosas, te pueden preparar lo que quieras, porque comer en el FIGÓN LA PERDIZ, es como comer en tu casa a un precio mas que razonable.
Y después de la comida, la casa nos ofrece unas perrunillas (en Salamanca le dicen "perronillas") caseras con el café, una obra de arte de la repostería tradicional, donde no puedes decir que no ni resistirte, porque lo que te ofrecen lo hacen de corazón y de verdad.
Me despido de esta familia, de sus dueños, propietarios y trabajadores, donde unas manos hacen obras de arte las cosas del comer, donde ese sentimiento de esta familia te invita a que antes de salir por la puerta te despidas con un volveré, y así, termina nuestro viaje a este lugar de la provincia de Salamanca, con ese buen sabor de un sitio así, de encontrarte de nuevo con lo que de verdad es bueno, donde el rato de la comida aunque sean unas tapas, es un espectáculo, un paréntesis al ajetreado día y a las prisas con las que vivimos, porque solo tienes que echar la imaginación a volar, para imaginar como era la vida en 1885 y que desde entonces, este lugar sigue en pie.
Queridos amigos del FIGÓN LA PERDIZ, con todo mi cariño y admiración va dedicado esto para vosotros.No os rindais nunca por favor, estos lugares no se pueden perder y aunque aquí es muy fácil escribir esto y verlo todo muy bonito desde este lado, se que hay que estar ahí día tras día y aguantar mucho y mas, con estos tiempos tan difíciles que nos están tocando vivir, pero todo en esta vida tiene su recompensa, y la vuestra es ser ese rinconcito privilegiado que no se si muchos o pocos lo conocen, pero puedo asegurar, que es de los sitios que hay que enmarcar, y como dije, se merece la mayor de las condecoraciones que en hostelería se puedan otorgar a un establecimiento así.
SALUDOS Y HASTA LA PRÓXIMA...
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