El solomillo, nos da mucho juego a la hora de poder prepararlo, hoy lo vamos a preparar con un pralinè de regaliz.Para los que nos sepáis lo que es el pralinè, es una palabra francesa, un tecnicismo introducido de la cocina francesa como otros muchos, siendo la cocina francesa la base de otras cocinas aunque algunos, no nos sintamos atraídos por la gastronomía francesa, pero al césar lo que es del césar.
El pralinè se utiliza especialmente en términos de repostería, donde se carameliza el azúcar con avellanas o almendras, pero hoy nosotros, vamos a preparar esta especie de pralinè de regaliz a nuestra manera, el cual junto al solomillo le va a dar un toque perfecto.
He de decir, que esta receta la probé en una taparía de Cáceres (Capital Española de la Gastronomía 2015) y era con secreto ibérico, el secreto tiene mucha grasa y aunque su textura es agradable, a mi me resultó un tanto pesada por la grasa del secreto como por el sabor a regaliz, entonces, por la textura de la carne del solomillo con ese suave toque del regaliz, creo que he dado un toque muy bueno a esta forma de preparar un sencillo solomillo, con el cual, podemos impresionar al comensal mas sibarita al que tengamos ahí sentado.
Sin más, estos son los INGREDIENTES que vamos a necesitar:
-Un solomillo cortado al biés.
-Un manojito de ajos tiernos.
-Una cebolla.
-Unas gominolas de regaliz negro, aunque se puede utilizar cualquier otro.
-Una pizca de harina, yo he utilizado una para tempura.
Y lo primero que haremos es sofreír la cebolla y a continuación los ajos tiernos.
Cuando la cebolla junto a los ajos tiernos, se nos va pochando, añadimos un poco de cerveza al sofrito.
Y mientras la cerveza se va mezclando con el sofrito, añadimos unas cuatro o cinco monedas de regaliz negro de gominola, el cual poco a poco, se irá deshaciendo y mezclando con el sofrito en el que el exquisito olor, nos dirá que nuestro plato ya va cogiendo forma y tonalidad.
Una vez que se han deshecho las pastillas de regaliz (o casi), ponemos todo el contenido de la sartén en el vaso de la batidora, donde vamos a batir para conseguir esa salsa con esa textura líquida y consistente a la vez, con sabor ligero a regaliz.
Y nuestro sofrito para nuestra salsa ya casi lo tenemos, solo nos queda batir y por supuesto, luego con un colador extraeremos la salsa que hemos sacado del sofrito de cebolla, ajos tiernos, regaliz y cerveza.
Mientras, solo nos queda hacer los filetes de solomillo al gusto y los pasamos por la plancha.
Y nuestra carne está lista, y la salsa también, solo nos queda eso, colarla...
Y para ese espesor adecuado de un pralinè auténtico, añado la harina de tempura, pero una pizca y removemos.
Y dicha salsa suave de regaliz, la tenemos, solo nos queda emplatar y acompañar este exquisito plato de carne, con una curiosa ensalada (piquillos, brotes tiernos, patatas fritas, módena de frambuesa...) y poco más, bueno si...EMPLATAR Y A DISFRUTAR DE ESTE RICO RICO PLATO.
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